Helga Spring de Portland, Oregon, escribe:
Marilyn: Hice una prueba y me equivoqué en una de las preguntas, según las respuestas oficiales. Pero creo que mi respuesta fue correcta. ¿Podrías ser el juez?
La pregunta era: ¿Es legal que un hombre en California se case con la hermana de su viuda? No es posible que un hombre muerto se case, pero esta respuesta no era una opción. Las opciones fueron sí, no y no lo sé.
Entonces respondí que sí por esta razón: para que algo sea ilegal, tiene que haber una ley que lo prohíba. Como ninguna ley prohíbe a un muerto casarse con su cuñada, debe ser legal, al menos técnicamente. Pero la respuesta correcta fue no.
Marilyn responde:
Las definiciones de diccionario del término legal e ilegal van en contra de su argumento. Para que las acciones sean legales, deben estar autorizadas por la ley (o las reglas del juego, etc.) Dado que ninguna ley estatal sanciona el matrimonio de una persona fallecida (¡espero!), La respuesta a la pregunta es casi seguro que no.
La discusión sobre ilegalidad no es relevante. Ese término no se incluyó en la pregunta o las respuestas. Y las definiciones del término no ayudan a su argumento de todos modos. Las acciones que son ilegales simplemente no se toman de acuerdo con la ley. Entonces, la respuesta de no (como en no, eso sería ilegal) también tendría sentido en ese aspecto.
Más pertinente: una persona que pierde el sentido de este pregunta capciosa –Que el escenario es imposible– responderá que sí. Esa es una fuerte indicación de que la respuesta afirmativa se considerará incorrecta.